PROLOGO:
El
conflicto armado, la descomposición social y las graves consecuencias en la
salud, alimentadas alrededor de las drogas ilícitas, sumado a ellas la difícil situación de
prevención y control, hacen de éstas un problema muy complicado para dar
solución. Los estamentos de seguridad se quedan cortos a la hora de prevenir
cualquier brote o nacimiento de una nueva organización criminal, ya que los bandidos utilizan todas sus argucias y todos los medios para tratar de evadir los cercos que se tienden en la captura y
decomiso de sustancias prohibidas. La
droga se ha convertido en un negocio muy jugoso, rentable; que pone en tela de
juicio la metodología con la que se trata de parar este flagelo. Hoy no sólo cobija la clase media o alta como
consumidores, ha traspasado las mismas barreras, añadiendo un círculo de personas y personalidades que
inescrupulosamente se van metiendo por el camino en el negocio barriéndoles
indiscriminadamente sin contemplación. No hay esfera alguna que no se haya
salvado, públicas y privadas sufren el acoso de una propuesta indecente que algunos
terminan aceptando complacientes la facilidad con la que se vende el
proyecto; la urgencia para adquirir
dinero de la noche a la mañana hacen tomar una equivocada decisión. Los índices del consumo aumentan, la
factibilidad y posibilidad de entrar perico por los aeropuertos es más
beneplácito por la inventiva del
inescrupuloso que contrata una persona para que se convierta en transportista,
mula. Si descubren la perica en el
champú, lo pondrán en pasta de dientes, o en todos los líquidos, perfumes y licores;
como en muñecos, souvenirs, revistas,
alimentos entre otros. Pero sin
lugar a dudas los más comerciales las ingestas, maletas, y ropajes.
La dificultad de los gobiernos para
consolidar un plan coordinado con todas las fuerzas de seguridad con los países
implicados para contrarrestar la importación y exportación del alcaloide es
cada vez un panorama flaco y desnutrido.
Las políticas contrarrestadoras de
castigo y penalización han hecho agua y hazmerreír de los grupos
delincuenciales, observándose a nivel mundial que estas políticas ya no son
suficientes. Si dan, con las pesquisas de una banda en particular, con toda la
cuadrilla tras las rejas; cinco, diez o veinte personajes que continuarán
abarrotando las cárceles de los países productores y consumidores, pero aun
así, no desaparece tal pandemia. Se captura
una mula y nacen tres; asesinan un narco y, nacen cuatro. Muerto el rey,
viva el rey.
El
director de la policía colombiana, General Rodolfo
Palomino dijo en un certamen de entrega del informe, “Análisis situación
del narcotráfico” <Una perspectiva
policiva> (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá, y Perú), lo
siguiente: los policías del continente reconocieron “la necesidad de trabajar de manera más coordinada, toda vez que los
fenómenos que se ciernen sobre el derecho a la seguridad son cada día mayores y
más difusas”. El alto oficial
calificó como “complejo” el tráfico de
drogas, instó a los gobiernos comprometidos a meditar sobre dicho asunto.
Sostuvo: “el requerimiento de un compromiso
del sector público y privado, en especial del área del conocimiento,
comprometiéndose en presentar nuevas alternativas científico-académicas que, desde el ámbito del saber y la sabiduría, se aproxime a esta problemática”.
En esa misma reunión del informe, la embajadora de la Unión Europea en
Colombia, María Antonia Van Gool,
aseguró que el tráfico de drogas se nutre de la “insuficiente cooperación internacional; las incoherencias internas de
las normativas, los obstáculos políticos y administrativos de los gobiernos en
cuestión; sumado a esto, el desgobierno de los mercados financieros globales”.
De
estas dos apreciaciones recientes, podría suponer que es urgente manifestar
nuevas alternativas que salgan al paso a
tan espinoso asunto. No es solamente con
reprimendas y la ley verdadera con la que se pueden combatir a un aventurero, o a un facineroso que le dio de
la noche a la mañana por convertirse en capo; o a un jefe de banda delictiva de
narcóticos pudrirlo con cuatro o cinco cadenas perpetúas.
No
es sólo en la distribución y/o
comercialización donde debemos poner el ojo.
Existe cualquier cantidad de
soluciones que llevarían a contrarrestar, que en las cárceles
suramericanas se rebosen de reos casi todos por tráfico de drogas
ilícitas. No es posible que haya tanto
hacinamiento y tanta precariedad, entrecomillas, con la insuficiente respuesta,
que; “se merecen eso y algo más”. Igualmente no podemos tolerar que una persona
de bien caiga en tan desafortunada suerte de entrar por primera vez en presidio
y conviva por cinco, diez o más años con enfermos mentales y alimañas de toda
estirpe.
Según
el informe de AMERIPOL (comunidad de
Policías de América), que dirige el mayor General Palomino
López, y de datos de Sanidad, Justicia
y Exteriores, 54 países conviven con el dilema de drogas ilícitas, unos
como productores, comercializadores, y otros como consumidores. En los últimos
cuatro años el decomiso por tráfico de
sustancias alucinógenas viene en aumento, se ha incrementado en un 33%. Las detenciones en aeropuertos
españoles por países en 2013: 51% ciudadanos suramericanos; 33% de países
europeos, 8% africanos y 4% de ciudadanía norte americana y Asia.
Según
el último balance de AMERIPOL 2013, se ha
decomisado cocaína en aeropuertos europeos en
2012: España 611 kg, Italia 93 kg, Francia 53 kg, Holanda 33 kg; entre
otros países con menor consideración. En países productores y comercializadores
como el caso de Colombia, datos de 2012 revelan que más de 19.000 personas fueron retenidas en
diferentes aeropuertos del mundo relacionadas con el tráfico de drogas ilícitas,
y un promedio de 800 kg incautados en
aeropuertos colombianos. México, por ejemplo muestra un informe donde
confiscó 1.300 kg, en el primer trimestre de 2012, en 2011 arrestó 10.979
personas mexicanas y 218 extranjeras por delitos relacionados con tráfico de estupefacientes. Estamos hablando
sólo de decomisos en aeropuertos del
microtráfico con courrier´s o personas preparadas para tal fin. No estamos
hablando de un global general, ni de incautaciones por barco y otras
modalidades a gran escala, que es otro
escándalo; sólo estoy pincelando con el tema que me ocupa, y que cuento a
través de Jesús Horacio Palomeque Cifuentes, un drama real.
Jesús Horacio, un hombre del montón, como cualquier
parroquiano, un infortunado al que le sonó la idea, por motivos económicos y circunstanciales, de querer vivir un poco mejor; de las ganas de cambiar de empleo ya que la
venta de billetes de lotería no le alcanzaba ni para pagar el recibo de los
servicios públicos. Siempre tuvo la idea de irse en busca del maná al extranjero. Así es que una tarde, recomendado por un
primo lejano, decidió aceptar una propuesta(servir de correo humano -mula) pero el destino le jugó una
mala pasada. La narración cuenta muy por
encima una síntesis de lo que el dinero facineroso y las ganas de salir de la
miseria, tientan, y llegan a un desprevenido, con los antecedentes que aquí despliego.
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